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ION En la bodega ECN g marca nuestro trabajo y la forma en la que vinificamos por separa- do: nuestro Roda representa esa fruta roja, mientras que Roda 1 es la expresión más pura de la fruta negra que encontramos”. En la familia de tintos de Roda también figura Sela, un vino fácil y fresco que hace las veces de entrada de toda la gama. En el otro extremo está Cirsion, “del que se hacen muy pocas botellas a partir de los viñedos más viejos, y en el que los taninos ya aparecen pulidos en la propia planta”, comenta Santolaya. A ellos hay que sumar Gonzaga, un vino exclusivo para Club del Gour- met en El Corte Inglés, y que ofrece una visión muy fresca de Rioja, con la fruta por encima de la madera. “COLONIZACIÓN' CON ÉXITO El proyecto de Roda cuenta con otras dos patas que representan a la perfección ese espíritu de innova- ción y excelencia. Por un lado, está la bodega La Horra, asentada en el pueblo del mismo nombre de la Ribera del Duero burgalesa, y que nació también en pos de un estilo basado en la elegancia y la finura, huyendo de la sobremaduración y el uso excesivo de la madera: una pequeña gran revolución más, de nuevo en tierra de tempranillo. Por otro, la rama no vinícola de la familia Roda viaja hasta la isla de Mallorca. Allí se fueron hace 25 años para crear Aubocassa, un aceite de oliva virgen extra a partir de la variedad arbequina y por el que se vuelven locos en todo el mundo, pero especialmente en Japón, como demuestran los carac- teres e ideogramas nipones que aparecen en su cápsula. El carácter inquieto del pro- yecto hacía evidente que la familia Roda tendría que recibir, sí o sí, a un nuevo miembro que comple- en CLUB DEL GOURMET relo A Roda El primero de su nombre y con el que se comenzó toda la odisea en Rioja Alta. Elegan- te, equilibrado y con un magnífico volumen. Patrón de corte de lo que vendría después. mentara la gama de tintos. “En un momento dado, Rotllant nos dijo que o hacíamos un blanco o se traía a un enólogo de Francia”, explica entre risas Santolaya. Corría el año 2015 y comenzaron una serie de pruebas encaminadas a lograr un vino blanco distinto, que resultara fácil de beber, pero que no respon- diera nia un perfil tropical ni a otro excesivamente maderizado. De ahí nació Roda 1 Blanco, “un vino de enorme riqueza, muy gas- tronómico, voluminoso en boca y fresco”, describe Santolaya. Abierta la senda de los blancos, con el paso de los años, Santolaya y su equipo comenzaron a pensar k a en UB DE cu o o € 2 S $- 2 Roda I Mineral y de gran profundidad, Roda Tes una demos- tración de talento desde la viña hasta la bodega. El mensaje del viñedo queda patente en la botella. 62
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