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LUB DEL GOURMET + E2Corte fngtao 43 dl Ancestral y en desuso, la receta del lomo doblado seduce a los paladares más exigentes con un adobo ligero, una curación sutil y un mordisco firme -aunque tierno- realmen- extremos unidos, formando una pieza la mitad de corta y con el doble de grosor a la inicial. Después, se rodea a mano con cuerdas. Estas ataduras se van apretando cada mes para que la unión de ambas partes no se pierda, ya que se va produciendo una merma. Una vez finalizado el quinquemes- tre, el lomo se cubre con manteca de cerdo ibérico y estará listo para pasar alos secaderos, donde el período de curación terminará de perfilar esta joya de la orfebrería gastronómica. EL TIEMPO ES ORO La diferencia principal del lomo doblado con el embutido tradicional es su periodo de curación, de entre cinco y seis meses, frente a los tres o cuatro meses del ibérico. Este tiempo adicional es precisamente lo que le da a la pieza el característico aroma y sabor, a la vez que le otorga sus te irresistible, Su período de curación, debido a su mayor tamaño, es más largo que en los lomos curados que habitualmente se ven. propiedades organolépticas. El aliño también es característico, explican desde la charcutera extremeña, por- que la receta prescinde del pimentón y del orégano, aderezos muy habi- tuales en el resto de lomos, que los convierten en mucho más especiados. Algo que no sucede en el mismo gra- do cuando se habla de lomo doblado, que encontrará en los mostradores de charcutería de Club del Gourmet, pues es su delicadeza la razón de ser de este embutido en peligro de extin- ción. No es una frase hecha ni un brindis al sol. Debido a su complejidad, el lomo doblado se había dejado de elaborar en las casas extremeñas, pues tarda más en curarse y, sobre todo, el pro- ceso es mucho más complejo debido a esa ausencia de determinados adobos. Por eso pasa ese tiempo extra en el secadero. Una vez listo, su textura es firme y agradable, muy carnosa, con el perfil fundente de la ligera grasa que lo ha mecido durante esos meses. En la mesa, cortado en finas lonchas o en pequeños taquitos, será la mejor for- ma de disfrutar de él, secundado por una copa de un vino suave, que armo- nice y acaricie cada paso por boca de este lomo doblado que irradia Extre- ados madura por los cuatro cos
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