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Ó7 CLUB DEL GOURMET v: ELCorle jngtsó Valtravieso sale de Ribera del Duero para erigirse en defensora de los viñedos olvidados en Ar/anza, Jumilla y Ribera del Júcar: texto JAVIER SÁNCHEZ a tierra es el gran conector de nuestras vidas, el origen y el destino de todos”. La frase es del escritor, eco- logista y granjero nortea- mericano Wendell Berry, un adelantado a su tiempo en la defensa del terreno que pisamos. A buen seguro la suscribiría Pablo González Beteré, director general de Valtravieso, Bodegas y Viñedos. González es un enamorado de la tierra, del terroir si de vino hablamos. Por supuesto, del de la finca La Revilla, zona de Ribera del Duero en la que este proyecto empezó a gestarse hace ya casi 40 años, en 1983, con la plantación de vides. Este terreno, ubi- cado en la localidad vallisoletana de Piñel de Arriba, es uno de los suelos calizos más altos de Ribera del Duero, el que marca la identidad de sus vinos “de páramo”. Su roca calcárea, sus 915 metros de altitud y su amplitud climática entre el día y la noche conforman el cóctel que permite lograr vinos largos, minerales y frescos. VENDIMIAR PARA RECORDAR “No queremos ser los mejores, queremos ser simplemente diferentes”, reflexiona González. Insiste en que, desde que en 1994, sacaron sus primeros vinos al mercado, su prioridad fue expresar el terreno al que habían llegado. “Siempre se ha dicho que
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