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CLUB DEL GOURMET » E2Corle ingaso on razón llaman a Mesopotamia la cuna de la civilización occidental. Sabían mucho. Hace más de 6.000 años comenzó el cultivo de un alimento con enormes beneficios nutricionales. Rico en vitaminas y con ¡diez! minerales, su sabor dulce y su textura —fina, suave, similar a un caramelo toffee- hacen del dátil uno de los frutos más versátiles (y ricos) del universo gastro. De entre todas su variedades, sobresale la denominada medjoul. El nombre proviene del árabe, y puede tradu- cirse como “desconocido”. Originarios de Marruecos, en principio se cultivaban para halagar alos jeques y a sus familiares, que los catalogaban como “el más deli- cioso de todos los dátiles”. No hay más que verlos (y probarlos) para darse cuenta de que tenían razón. Su tamaño es grande, con una pulpa entre naranja y amarillenta, y un sabor rico y agradable que se siente en el primer bocado. El cultivo del los dátiles medjoul de Gloria Bendita requiere de atención y mano de obra. Un árbol tarda unos siete años en empezar a dar sus pri- meros frutos. Desde ese instante, los productores deben subir y bajar de los árboles entre 12 y 15 veces al año para controlar que todo está en orden. UN FRUTO ÚNICO Para que puedan crecer en condi- ciones, resulta fundamental prote- gerlos bien contra insectos y plagas. Aunque su consistencia y aspecto es similar a los frutos secos, los dátiles no se dejan secar después de cosecharlos, sino que maduran y se secan al sol en la misma planta antes de ser recolectados. A continuación, llega el momento del envasado. Para ello, se clasifican según sus calibres -los de mayor La palmera datilera puede producir hasta 100 kilos de dátiles cada año. Necesita un clima cálido y seco, con mucha luz solar y poco viento. También requiere de un suelo bien drena- 6 do y fértil. LN Cada árbol rarda siete años en dar sus frutos. Para controlar el crecimiento de los dátiles, hay que encaramarse a la copa hasta 15 veces al año. descúbrelo en CLUB DEL GOURMET e ELCorle mató A diferencia de otros dátiles, los medjoul no se desecan. Una vez recolectados, se selec- cionan los más grandes para su venta. tamaño son los más caros- y su piel -cuanto más unida esté la pulpa al fruto, mejor es la calidad—. En la actualidad, la mayoría de los dátiles Medjoul que se comercializan pro- ceden de Israel, el gran exportador mundial. Pero también se cultivan en países como Estados Unidos, México, Irán, Arabia Saudí, Sudáfri- ca, Jordania y Perú. MORDISCOS SALUDABLES Sus propiedades antioxidantes y nutritivas hacen este fruto ideal para las personas que practican deporte (aporta casi 250 kcal por cada 100 gramos) y para quienes padecen anemia. Además, ayudan a combatir síntomas de estrés, cansancio y fatiga; contribuyen a prevenir la hipertensión y estimulan el cerebro, ya que incre- mentan la agilidad mental y mejoran la memoria. Tampoco elevan los nive- les de azúcar en sangre, pues su índice glucémico es muy bajo. Otra de sus virtudes reside en la cocina, ya que aportan un toque muy especial a los platos. El dátil se puede añadir a ensaladas, pasteles y púdines; combinarlo con pasta, arroz, legum- bres o carne; rellenarlo de otros ingre- dientes como nueces, bacon, queso... Mil y una combinaciones (como las noches de la leyenda) que dejan siem- pre buen sabor de boca. e
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