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3 CLUB DEL GOURMET » €2Covle jmgasóo Aita / descúbrelo * en 1 CLUB DEL GOURMET Vo 2 Conte fngas Además de la casa, se puede modelar el clásico hombre de jengibre en la misma versión para hacer uno mismo. ay labores que se asocian sí o sí a las navidades: montar el árbol, envolver los regalos, discutir con la familia por el menú de Noche- buena... Desde hace algunos años hay que añadir a esta tarea la de montar una casa de jengibre: un delicioso do it yourself importado de Estados Unidos y que cada año tiene más adeptos. UNA CASA DONDE CABEN TODOS El kit para hacer una casa de jengibre de Harry's Kitchen permite convertir- se en arquitecto dulce por unos días: la versión comestible de montar el Belén. Para Dana Knowles, propietaria de Taste of America, empresa importa- dora de este dulce, la casa de jengibre es mucho más que una tentación navi- deña. “Se trata de una actividad per- fecta para realizar en familia porque, cuando los niños están de vacaciones, es más interesante que nunca tener entretenimiento a mano para rellenar las horas en estos días. Y construir la casita de jengibre resulta francamente divertido”. Este dulce, tan clásico en el mundo anglosajón, asegura horas de cons- trucción: “Lo bueno es que en este kit mo falta ningún detalle”, explica Knowles, norteamericana afincada en España desde hace años. “Lo mejor del plan es montar la casa, porque luego se queda como decoración en el hogar durante todas las fiestas”. Knowles reconoce que “pocos llegan a comérsela entera”, aunque la tradición es ir “arrancando algún tro- cito, según pasan los días”, sacando el Hansel y Gretel más goloso que todos llevamos dentro. DETALLES DE COLOR A la casa de Harry's Kitchen no le falta de nada, desde gominolas coloridas hasta caramelos redondos en los muy navideños colores rojo y blanco. Ade- más, incluye todo lo necesario para dar forma a las no menos icónicas galletas de jengibre en forma de hom- brecito, un auténtico símbolo. Diversión a raudales y asequible para cualquiera que quiera ponerse manos a la obra. Como Knowles expli- ca, “no hace falta experiencia alguna”, Solo ganas de sentir el espíritu navide- ño, sacar el niño que todos llevamos dentro y un poquito de maña... Para no empezar la casa por el tejado. e
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