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$9 posos an tradicional como el queso gruyere, así es el merengue suizo, uno de los dulces más representativos de la repostería helvética, al que empresas como Sacré Willy dotan de un nuevo carácter, pero sin renunciar a las señas de identidad clásicas. A dife- rencia de sus hermanos franceses e italianos, el merengue suizo de Sacré Willy tiene una consistencia más cre- mosa en su corazón, producto de una delicadísima cocción en el horno. Un secreto que conocen bien en la leche- ría Sacré Willy, consagrada al mun- do de los postres lácteos desde hace décadas y que ahora, en colaboración con uno de los mejores pasteleros de Francia, hacen más ruido que nunca con el merengue suizo. DULCES A PARES Los merengues, sea cual sea su ori- gen, contienen solo dos ingredientes: clara de huevo y azúcar. Pero el método de obtención (y su posterior resultado) difiere en función de la receta suiza, francesa o italiana. Grosso modo, cabe señalar que el francés se obtiene a partir de claras de huevo batidas y a la adición de dos clases de azúcar: lustre y polvo. En el caso del merengue italiano, se prepa- ra vertiendo almíbar a 120 *C sobre las claras de huevo batidas. La tradi- ción suiza va por otro camino: a las claras de huevo se añade el azúcar, el conjunto se calienta al baño María y, a la vez, se va batiendo hasta obtener una mezcla firme que se finaliza con un horneado a baja temperatura. Tras Sacré Willy hay cuatro gene- raciones de maestros lecheros que se han pasado de padres a hijos las tradiciones alpinas de una familia única. El encuentro entre el pastelero descúbrelo en CLUB DEL GOURMET Para degustar solo, acompañado de nata batida y frutos rojos, o bien formar parte de tartas como la pavlova o la lemon pie. pu Los merengues de Sacré Willy, ligeros y bajos en azúcar, se ela- boran a mano. Por eso, no hay dos iguales: son pura artesanía pastelera. y panadero parisino Benoit Castel y Martin Guinchard, maestro lechero de Sacré Willy, no ha hecho más que reforzar el respeto por la tradición y la custodia de la receta original de sus apreciados meringues. A MANO, Y CON CARIÑO La fórmula Sacré Willy propone unos merengues elaborados a mano, de modo totalmente artesanal, lige- ros y con poco azúcar. Los preparan con huevos procedentes de gallinas jóvenes que se seleccionan de forma exhaustiva, unos huevos que se clari- fican para separar la clara de la yema. Después se pasteurizan rápidamente para no perder la frescura del huevo y acogerse así a la denominación de “producto elaborado con huevos frescos”. Demos fe. e
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