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5 CLUB DEL GOURMET »€2Corte ingas”: ise preguntase a las abue- las italianas (esas nonnas) cuál es el secreto de la salsa de tomate que acom- paña sus platos de pasta o pizza, hablarían del olor del tomate al sol en verano, recogido a mano en su momento exacto. Esa es la clave de las salsas Italianavera, que saben y huelen a “tomate de verdad”. Lo más pareci- do a tener una abuela italiana en casa, como resume Diana Attianese, la res- ponsable de la compañía: creció entre tomateras en San Marzano sul Sarno, en la región de Campania. TOMATES CON ESTRELLA “Recuerdo cuando era niña y acom- pañaba a mi padre a los campos para evaluar la madurez de los tomates”, cuenta Attianese. “Todos mis veranos estaban salpicados por la cosecha, el entusiasmo y las mujeres que hacían el trabajo más importante: su experiencia y conocimiento de la materia prima les hacía elegir los frutos más maduros”. ¿Y a qué sabe un verano en Italia? Para entenderlo habría que probar las dife- rentes salsas de Italianavera, de diseño pop, y listas para consumo. “Los toma- tes que utilizamos para hacer nuestras conservas pertenecen a variedades locales que tienen notas aromáticas particulares, ligadas al microclima CLUB DEL GOURMET ¿ E£Corle fngtso La creadora de Italianavera, Diana Attianese, propone usar sus salsas para acompañar pasta. La Passata di pomodoro (puré de tomate, en lata) re- sulta perfecta como base de cocina. Cada tarro representa un canto a la tierra, al sabor y a la tradición, con un toque pop. Porque el diseño ¿mporía. donde se cultivan. El mar, las colinas y el Vesubio, con su suelo de lava, confieren a los terrenos características organolépticas especiales”. UNA VARIEDAD QUE DA GUSTO La Passata di pomodoro de Italia- navera, por ejemplo, es perfecta para base de pizzas como la Margherita, donde el puré de tomate acentúa el sabor de la mozzarella fresca y la albahaca. La salsa San Marzano, elaborada con tomates con Denomi- nación de Origen Protegida, aceite de oliva, ajo y albahaca, podría acompa- ñar platos clásicos como la parmigia- na de berenjena. “La salsa de tomate datterino, dulce e intensa, puede utilizarse para platos que pidan esos matices, pero también para un ape- ritivo con una pizca de jengibre o un bloody mary fresco y picante”, apunta la emprendedora, que propone otros tres envites. La salsa de berenjena, con un toque ahumado, aporta cuer- poa lasañas, penne rigate o rigatoni, mientras que la salsa de trufa es la indicada para aderezar tagliatelle con queso parmesano y un hilo de aceite. Por último, la salsa de albahaca, fres- ca y ligera, combina a la perfección con tomates en bruschetta, o bien como base para condimentar pasta fresca como ñoquis y raviolis. e
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