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4 CLUB DEL GOURMET »: ELCorle fngtas uando la familia Busta empezó hace más de 60 años en el negocio de la hostelería con el restau- rante Casa Eutimio, el municipio asturiano de Lastres tenía una actividad conservera de primer nivel. Desde hace dos décadas, y con esos mismos mimbres, la segunda generación de los Busta (Ana, Rafa y María) vuelve a las andadas para envasar las delicias del Cantábrico en recetas tradicionales que hablan de historia, de producto y de proximidad. RULANDO VOY Son las rulas, como se conoce en Asturias a las lonjas, el punto de par- tida para las compras de María Busta, que convierte anchoas, merluzas, bonitos y erizos en las marineras con- servas de Eutimio Gastro. De forma artesanal, valiéndose de recetas tradicionales, esta joven guisandera da cuenta de merluzas de pincho de Lastres, a las que mima por separado en cocochas y lomos. Todo en un proceso artesanal donde se con- fitan muy lentamente y con aceite de oliva virgen extra las partes más nobles de la merluza, añadiendo a veces un ligero toque picante con una punta de guindilla y que da ese sabor tan tradi- cional a cada conserva. paa / descúbrelo / en CLUB DEL GOURMET q Pasteles de distintos pescados, preco- cinados como las fabes o singulares conservas de mer- luza y de lubina deslumbran desde Asturias con Euti- mio Gastro. Siempre con pescado fresco como leitmotiv para unas conservas que hacen del Principado su sabrosa patria. Como los verdeles, en fino esca- beche, igual que la lubina. Todo por separado, todo muy medido y dando a cada pescado su tiempo y su liturgia. Así se convierte la compra diaria en unas conservas de diez que, explica Busta, “siempre se hacen con pescado fresco”. Aquí no se cae en trampas de distancia ni en congelar para embotar más adelante. Avilés, Gijón o el propio puerto de Lastres, con dos pequeños barcos para merlu- za, asisten a una tradición conservera que protege el gusto por lo artesanal en recetas que los hermanos Busta conocen al dedillo en esta empresa familiar y hostelera. RULANDO VENGO Pastel de cabracho, de salmonete o la devoción asturiana por el erizo de mar, en mousse y en delicatessen, se abren un paso untable ineludible entre panes. El mismo pan que demandan también los calamares en su tinta, otro de los grandes clásicos de la cocina del norte, de textura jugosa, que están listos para calentar y servir. Recetas de mar y montaña que irradian sabor, carácter asturiano y un aroma doméstico que se cuela en cada bocado con la garantía de una casa en el sentido más estricto de la palabra que ahora, por suerte, tiene un hueco en cualquier alacena. e
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