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DA ol n el año 2012, Eva Pere- lló trabajaba en un res- taurante de Nueva York cuyo maestro pastelero elaboraba los panettoni más codiciados del momento. Quiso aprender con él, pero solo le contó que era un proceso laborioso, con 72 horas de alquimia. “La ricetta del mio panettone é segreta”, dijo. Y de ahí no se movió. En su pequeña habitación neoyorquina, Perelló estuvo haciendo pruebas por su cuenta, con una masa madre a partir de manzanas, azúcar y agua, que refrescaba cada tres horas. Y esa masa madre viajó con ella de regreso a España, donde varios cursos de pastelería y panettones después, se decidió a probar algo insólito: el roscottone, que ahora llega al Club del Gourmet en El Corte Inglés. LA VUELTA DE ROSCA “La novedad del roscottone no es sólo su forma con un hueco central, que recuerda al roscón, algo que nos dife- rencia, sino la variación de sus ingre- dientes”, cuenta Perelló. “Apuesto por Para llegar a sus roscottone, Eva Perelló utiliza una masa madre continuamente refrescada y deja levar sus creacio- nes al menos tres días, hasta que están perfectas para entrar en el horno antes del toque final. an úbrelo Y I en 1 CLUB DEL GOURMET |: E£Corle fngass / he Pd Elaborado exclusivamente con ingredientes de alta calidad, el roscottone reúne dos postres festivos en uno, ensambla ambas tradiciones en el mismo bocado. los productos de la tierra, locales y artesanales”, describe Perelló. Para ella no tenía sentido usar mantequilla viviendo entre olivares, en Mont-Roig del Camp (Tarragona), por lo que utiliza aceite de oliva, “avellanas de la Selva del Camp, miel de apicultores locales, chocolate con leche, chocolate al 70% y vainilla de Madagascar”. A esto se suma la masa madre, casi emulsionada, y el tiempo, clave en el proceso de levado, fermentado, hor- neado y reposo. En total, tres días de alquimia. ¿A qué huele y sabe un ros- cottone? Perelló recomienda dedicar unos segundos a descubrir sus notas
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