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descúbl relo CLUB DEL GOURMET El secreto de este panettone está en un perfumado interior cuajado de jugosos alba- ricoques, fina- mente confitados y generosamente repartidos por toda la masa. Aunque hoy el mundo del panettone conoce decenas de versiones distintas, el purismo está representado por los rellenos de fruta confitada y, entre ellos, el panettone de albaricoque de los Ber- tolini es uno de los más deseados. “Tras una cuidadosa investigación de las materias primas, hemos seleccionado los albaricoques Costigliole, una rara variedad autóctona de antiguos cultiva- res”, dicen en Bertolini € Figli. BIEN ACOMPAÑADOS De pulpa jugosa, sabor dulce y aroma intenso, “el albaricoque llega a nues- tro obrador entero, con el hueso. Lo picamos a diario y lo confitamos para introducirlo en la masa del panet- tone. La elaboración es artesanal: amasamos a mano, damos tiempo a la fermentación natural, vigilamos la precisión en la cocción y, una vez hor- neados, dejamos reposar los panetto- nes boca abajo doce horas”. No solo de cafés y tés vive el panettone. El maridaje también invita a vinos dulces o, por qué no, a burbujas. Para disfrutar de este selecto panettone en sobremesas reposadas o meriendas plácidas y golosas, los Bertolini sugieren una copa de vino Recioto di Soave, un blanco de postre producido en el Véneto. O un espu- moso -Moscato d'Asti del Piamonte, o Verduzzo Secco del Véneto- si la ocasión requiere burbujas y una armonía más espontánea y festiva con un buen acento italiano. e
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