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DULCE AR $S oOMO acero para chocolate La pastelería Migaya , de Gijón, elabora dulces inspirados en recios monumentos. Pero también en hitos golosos de Asturias que rescata y adapta con una singular personalidad en el siglo XXT. 1 carácter gijonés tiende al chascarrillo y ala desmesura. El monumento Sombras de Luz de Fernando Alba, situado en el paseo de la playa de San Lorenzo, es conocido popu- larmente como las chaponas. Estas cuatro planchas de acero cortén de gran tamaño fueron la inspiración de la pastelera Rosa Vílchez para crear unas chaponas comestibles, unas galletas sablé de mantequilla que enamoraron a no pocos clientes, incluidos Rubén García y Laura Gar- cía, una pareja que decidió incluir el dulce entre las viandas de su boda. Había surgido el amor. No solo entre ellos sino también hacia estas galle- tas de tamaño generoso. “Cuando Rosa se jubiló decidi- mos que las chaponas no podían des- aparecer”, recuerdan. “Compramos la patente y empezamos un proyecto al margen de nuestras respectivas profesiones”. Corría el año 2020 y nacía Migaya. Junto a Alejandro Montes, amigo de la infancia y pas- telero de reconocida trayectoria en Madrid, dieron forma a las chaponas texto JAVIER SÁNCHEZ
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